Volviendo al problema del modelo a escala. En la obra de Bruce Nauman "Model for a room with my soul left out" (1984) nos encontramos con una manera, quizás convencional, de tratar el problema de la escala y la cuestión del modelo. La obra de Nauman de 1984 se entiende como una maqueta -modelo-, que años más tarde (2010) y tras la adquisición de la obra por parte de Friedrich Christian Flick y posterior donación (2008) se instaló en la Hambuerger Bahnhof. El artista colaboró en la instalación de la pieza, es decir, debemos entender, una vez visto el resultado del trabajo de Nauman, que este reconceptualizó parte de la obra dadas las aparentes dificultades que conllevaba el cumplimiento cabal del modelo original.
Las proporciones cambian, el personaje situado en el cruce de los planos desaparece (es posible que al considerar al espectador como un sujeto convertido en parte de la pieza instalada, la representación de ese ser colgado quedará anulada -en tanto el sentido potencial de la obra de Mr. N.)... los materiales son otros... pero lo más importante es como desaparece la poderosa idea del cruce entre dos planos. El plano frontal, que dota a la obra de un inquietante subsuelo, de un pozo tan negro como dantesco, es suprimido. La pieza es, por una cuestión de escala, transformada en una experiencia física abordable y afrontable. El trabajo se abre a la experimentación de su dimensión arquitectónica pero cierra elementos de carácter poético que eran fundamentales en el modelo, que era pseudo -visto lo visto- original.
Con esto pretendo mostrar un modelo inverso a través del que observar como diferentes factores generan una tensión compleja en el momento de poner en escena y a disposición obras que requieren de una reflexión referida, de manera inevitable, al problema del modelo a escala. Esta obra de Bruce Nauman posiblemente no pierde su sentido a través de la escala, pero ésta requiere, así lo parece, de las transformaciones antes indicadas que limitan cierta dimensionalidad poética de la pieza: la imposibilidad de pensar que tales lugares pueden darse (ser dados) en el arte (en orden a los presupuestos -y aquí debía de ser alto) y que sin embargo, como lugares de castigo, tortura y humillación están repartidos por todo el planeta (la arquitectura militar y represiva (manicomios) no tiene limites para la gestión del dolor).
La cuestión de la escala, además, también contempla el tiempo.
Quedan recogidas de esta manera, y hasta el momento, tres dimensiones analizables: textura, espacio y a continuación el tiempo (o los límites de la estancia -estar en el tiempo y no en un lugar-. Y ahí es donde fuera de mi mente, fuera de esta habitación (Get out of my mind, get out of this room) parece desplegar su estrategia conceptual. Si en la anterior obra el espacio se mostraba sobrecogedor en toda su materialidad, en la textura de sus materiales: la madera del modelo original o el acero corten de la pieza instalada, en Get out... son tiempo y luz son los materiales que emplea Nauman para volver a insistir en la soledad del individuo y en conceptos derivados de esta: el habitar, ese algo que permite que todo estar pueda derivar en ser. Deriva que hace del lenguaje, creo interesante pensarlo así, la unidad básica de habitabilidad, también, por tanto unidad negativa de la misma habitabilidad... es lo que nos puede expulsar de ese habitar. Y sólo habitamos el tiempo y sólo hay mundo donde hay lenguaje. Heidegger deja caer (la cursiva anterior también era de él) que Poetizar es propiamente dejar habitar. Ahora bien, ¿por qué medio llegamos a tener un habitáculo? Por medio del edificar. Poetizar, como dejar habitar, es un construir... y es en tal punto que las frases que oímos en el interior del habitáculo de Nauman son una expulsión del paraíso o una muestra de miedo e inadaptación: utilizando el lenguaje (uno de sus modos) se nos conmina a salir, no ya de la mente (en lo que se dice porque se piensa), somos expulsados (al menos se expresa) del propio espacio: quedamos suspendidos en el tiempo como único parámetro al que asirnos; al tiempo y a la luz descarnada que hay en la habitación: no se trata de la obscuridad habitada por mortecinos puntos de luz (desenergizados, diría yo) de Habitación que ha dejado fuera mi alma, aquí la luz parece el fantasma de lo que fue; es una luz que debería estar apagada o no ser luz... acaso el alma no había quedado fuera de la habitación; de cualquier modelo de habitación y de cada una de las unidades de habitabilidad que pudiéramos pensar en la inmensa obra de Nauman. Quién pronuncia el exordio que se repite y repite sin abrir la puerta a discurso alguno que no sea el del propio exordio: su discurrir? Como en la obra de Samuel Beckett posiblemente estemos ante alguien, un prolog, que sabe que lo que viene a continuación es soledad, o al fin y al cabo, el mismo fin.
Joyce construyó en su Finnegan's Wake la pesadilla del lenguaje, la terrible deriva del habitar, del pensar, del poetizar y del volver a pensar (siempre en lo mismo y para lo mismo: enfermo preservar). En Nauman y Beckett, se despliega un discurso, la narración del mismo, que hace del límite el lugar donde la posibilidad aún mantiene una cansada luz, un exiguo espacio, unas superficies que ya sólo ofrecen su textura y que nos hablan de vivir fuera del ideal y de la perfección, fuera del terror y de las sombras; un discurso donde el límite hace que los objetos objetos sean y donde el sujeto quedaría desvalido si asumiera que más allá del límite no hay nada: el ser (o no ser)
Estos son algunos apuntes sobre la manera en que mi pieza, ADV, se cruzó con estos dos trabajos de Bruce Nauman... la luz, el contratiempo, la textura, y las consideraciones en torno al problema de los modelos a escala.
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Bruce Nauman. Model for a room with my soul left out. Room that does not care. Original model |
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Bruce Nauman, Room with My Soul Left Out, Room That Does Not Care, 1984 Celotex, Rusted Steel, Yellow Light; 973,8 x 1206 x 1446 cm Staatliche Museen zu Berlin, Nationalgalerie 2008 donation from the Friedrich Christian Flick Collection Copyright VG Bild-Kunst, Bonn 2010; Photo: Roman März, Berlin 2010 |
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Bruce Nauman. Get out my mind, get out of this room |
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Bruce Nauman. Get out my mind, get out of this room |
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Bruce Nauman. Get out my mind, get out of this room |
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Bruce Nauman. Get out my mind, get out of this room |
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Bruce Nauman. Get out my mind, get out of this room |